El papel fundamental del gas en el plan energético español

De unos meses a esta parte, en España se está hablando mucho del ambicioso plan del Gobierno para llegar a un mayor porcentaje de Energías Renovables en el mix energético.

 

Tanto el Proyecto de ley de Cambio Climático y Transición Energética que se debe presentar antes de Navidad en el Congreso y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que deberá presentar el Gobierno este mes en Bruselas recogerán el objetivo de llegar hasta el 35% de cuota renovable desde la actual cuota de 17,5% en energía final.

Por otro lado el informe Energy Transition Outlook 2018 presentado por la consultora DNV GL vaticina un aumento de la demanda final de energía a nivel mundial en un 17% hasta el 2035 y estima que en el 2050 el mix energético alcanzará un 50% entre renovables y fuentes fósiles.

Este informe señala que el gas natural se convertirá en la primera fuente energética a partir de 2026, representando la cuarta parte de la energía mundial para 2050.

 

Este mismo informe predice un aumento del gasto total de capital en gas desde los 960 billones de dólares en 2015 a unos 1,13 trillones en 2035. En línea con este dato el gasto operativo de gas pasará de los actuales 448 billones de dólares a 552 billones de dólares en 2035.

 

Respecto al Gas Natural Licuado (GNL) su capacidad aumentará en línea con su aumento de producción y se espera que se duplique a finales de la década de 2040. Se  pronostica un aumento del intercambio marítimo de GNL, observándose los mayores aumentos en los intercambios desde América del Norte a China y desde el África subsahariana hasta India y sudeste asiático.

Todo hace indicar que el Gas Natural va a seguir jugando un papel fundamental en el mix energético y va a seguir siendo una variable fundamental para la rentabilidad de la industria. Dentro del Gas Natural, el GNL para el que tan ambiciosamente se preparó España, va a jugar un papel estelar. 

 

El mix energético actual en España es equilibrado, el nuevo mix debe ser igualmente equilibrado, fomentando las fuentes que no emitan CO2 y a la vez asegurando las fuentes que garanticen el suministro evitando así la volatilidad de los precios que genera incertidumbres difíciles de manejar.

 

En los últimos meses los precios del Gas Natural se dispararon a unos niveles muy superiores a los de hace un año, los costes energéticos suelen ser de los costes más importantes que soportan las industrias. Unas industrias que normalmente tienen poco margen de actuación en los costes de materias primas o costes de personal. Es por ello por lo que se debe seguir trabajando en medidas que, en el reto de la descarbonización de la economía, sigan fijando como un objetivo prioritario la reducción de los costes del gas y electricidad. Entre estas medidas podemos destacar:

 

• La integración en Europa del mix de generación eléctrica español podría reducir sensiblemente los costes del sistema, una de las acciones principales del Gobierno debería ir enfocada a una mejora de la interconexión con Europa. 

  

• Otro punto que preocupa a los industriales es la finalización de la vida útil de las plantas cogeneradoras en España. Estas plantas ayudan a contener el precio del mercado eléctrico y suponen un ahorro importante en la reducción de emisiones de CO2. Sería preciso ampliar la vida útil de estas plantas hasta 2030 y/o activar un plan Renove.

 

• Igualmente se tendrá que seguir trabajando en mejorar las deficiencias actuales del mercado gasista para llegar a un precio competitivo de Gas. Actualmente en España hay una serie de diferencias que nos impiden competir en igualdad de condiciones con consumidores de Francia, Alemania o Bélgica. En el caso de los peajes de acceso en España se paga más del doble de lo que pagan en la mayoría de los países europeos y más del triple respecto a Alemania. 

 

• Creación de medidas de reducción de ciertos costes a consumidores de grandes cantidades de forma intensiva, predecible y estable. Apoyando así a la estabilidad de la industria.

No nos olvidemos que España cuenta con 40% de la capacidad de almacenamiento de Gas Natural en Europa y con el 32% de la capacidad total de regasificación. Esta capacidad está muy poco utilizada. 

 

Tenemos los medios y la capacidad para poder mejorar la competitividad de la industria española vía costes energéticos más competitivos y así poder salir al mercado en igualdad de condiciones con empresas en Alemania o Francia y a la postre generar más empleo. Aprovechemos esta oportunidad.

 

Juan Luis Miñano, Supply Chain Manager en UBE Corporation Europe