Tenemos MibGas, la herramienta del mercado organizado. Saquémosle partido.

Javier Esteban, presidente de GasINDUSTRIAL

 

Para alcanzar el objetivo prioritario de GasIndustrial, disponer de un gas competitivo para todos los consumidores industriales, nuestra Asociación ha identificado que son precisas dos acciones. En primer lugar, reducir sensiblemente el coste soportado de los peajes para homogeneizarlo con el de los principales países europeos, en los que compiten nuestras industrias. Y en segundo lugar, y tan importante o más que el anterior, igualar el precio del gas como energía con el de los países citados. 

Hoy vamos a tratar de este segundo capítulo: el coste del término energía. 

Desde hace años los países europeos tienen un gas competitivo gracias a los “hubs” o mercados organizados, en los que se produce libremente la compra-venta entre las partes, con lo que se consigue que los precios sean el resultado de la competencia del “gas con el gas”; diferente de los contratos bilaterales entre comercializador y consumidor en los que el primero pone el precio y lo refiere en una buena parte al precio de hidrocarburos (en particular el Brent) y solo en los últimos tiempos en un número creciente de contratos, pero todavía bajo, al precio de los hubs europeos y del español, MIBGAS.

 

Hablemos ahora del mercado organizado español, MibGas. A finales de la década anterior, habiendo transcurrido diez años desde la publicación de la Ley de Hidrocarburos, que perseguía la plena liberalización de los negocios gasistas (transporte, distribución y comercialización), la falta de un mercado organizado era cada vez más sentida por los industriales. Se había avanzado en la desagregación de las actividades gasistas y creado numerosas comercializadoras pero estas actuaciones, aunque importantes, no se reflejaban en una mayor competitividad en el precio al consumidor industrial. Los importadores de gas eran pocos y esos pocos fijaban su precio de venta, existiendo entre ellos mínimas diferencias. 

 

Para que el mercado fuese competitivo era necesaria la creación de un mercado organizado. Así las cosas y vistas las divergencias de precios entre los mercados exteriores y el nacional, en otoño de 2014, las principales asociaciones industriales con consumidores de gas tomaron la iniciativa y trasladaron a la Secretaría de Estado de Energía un programa que recogía las características básicas necesarias para un mercado (nacional o ibérico) organizado. La administración recogió la propuesta y la transformó en un proyecto de Ley, aprobado por el parlamento en mayo de 2015, que incluía la creación de MibGas como operador del mercado organizado. Y con prontitud, a pesar de los obstáculos, a finales de ese año el mercado organizado ya estaba operando.

 

En estos casi tres años se ha desarrollado cualitativamente en productos que van desde el día hasta el proyecto de dos años en mercado físico y un recorrido hasta mayores plazos en el mercado de futuros. Y cuantitativamente, en una creciente cantidad de transacciones y operadores. Las cifras para estos primeros diez meses  de 2018, recogen una media de 70 operadores activos a diario, unas transacciones de 20 TWh (7% de la demanda nacional) y un mercado de futuros (MibGas Derivatives) que en sus primeros meses de funcionamiento alcanzó unas operaciones de 1,2 TWh, una cifra que puede parecer menor, pero que es todo un hito teniendo en cuenta la carencia de experiencia en nuestro país de esta clase de mercado gasista, a diferencia de los muy experimentados mercados anglosajones.

 

Los resultados suponen un salto adelante sin embargo pero para los consumidores industriales no son suficientes, pues una plena liberalización del mercado de gas exige dos condiciones todavía no presentes:

• Aguas arriba, la apertura efectiva a nuevos entrantes de gas primario en el Sistema Gasista. 

• Y aguas abajo, la posibilidad real de que los industriales utilicen MIBGAS como Consumidores Directos en Mercado, figura prevista en la Ley de Hidrocarburos. 

 

En estos dos aspectos queda mucho por hacer, aunque hay que decir que se están creando los instrumentos para que en un plazo no muy dilatado sean una realidad.

La recién publicada consulta de la CNMC creando un “Modelo agregado de plantas de  regasificación” es el punto de partida para la solución a la primera parte, pues aumenta la competencia al reducir las barreras de entrada de gas al Sistema, mejora la eficiencia de operación de las plantas, y creará un mercado líquido de GNL (“hub de GNL”), de todo lo cual se beneficiarán el mercado organizado y los consumidores industriales de gas.

 

La segunda, la participación efectiva de los Consumidores Directos en Mercado, hace necesaria la simplificación de las exigencias que actualmente son disuasorias y que en la práctica solo pueden cumplir las comercializadoras. Mientras tanto la inmensa mayoría de los industriales tiene que conformarse con la compra bilateral al comercializador, como hacen desde hace más de quince años, en una operación totalmente opaca, pues sus condiciones solo las conocen los dos contratantes siendo desconocidas para el resto del mercado. De ahí que haya ido extendiéndose la leyenda de que “cada industrial cree que su precio es el mejor del mercado”.

 

La compra-venta de gas por parte de los industriales en los mercados organizados es habitual en los hubs europeos. Bien de forma directa o a través de un representante, figura también contemplada por la legislación española. Indudablemente esta forma de operar en mercado tiene interés para las empresas con consumos relativamente elevados, que inicialmente y a título meramente indicativo pudiera establecerse en aquellos iguales o superiores a medio terawatio al año. Esta cifra umbral se irá reduciendo a medida que se progrese en la curva de aprendizaje y sean más palpables las ventajas para consumidor y suministradores.

 

Como decíamos, todo indica que el industrial está interesado en participar de forma directa en MibGas pero de momento (recordemos de nuevo estos tres años desde su arranque) se considera inviable. Las razones para ellos serían, a título indicativo:

• La multiplicidad y complejidad de los trámites administrativos, que exigen la dedicación permanente de un equipo humano e informático.

• El elevado coste de los avales y los riesgos de sufrir importantes penalizaciones en caso de incumplimiento o desbalances.

• La necesidad de que el mercado tenga liquidez para operaciones físicas, por lo menos, al plazo de un año (duración de los contratos habitual de los industriales). 

• El desarrollo de la legislación de detalle que permita gestionar aspectos como la multiplicidad de contratos en un único punto de entrega, bilaterales y de mercado organizado.

• La posibilidad no solo de comprar sino también de vender en el mercado organizado.

• La gestión de las reservas estratégicas exigibles a los partícipes en el mercado organizado.

 

Es urgente eliminar esas barreras y desarrollar la legislación imprescindible para que la participación del Consumidor Directo en Mercado sea atractiva y ofrezca ventajas comparativas en relación a los contratos bilaterales actuales y que no sea meramente disuasoria como se viene demostrando.

Para una identificación precisa de las barreras a eliminar o reducir y para saber qué cambios legislativos son necesarios, GasINDUSTRIAL va a realizar una jornada dirigida a los asociados que estén interesados en la posibilidad de ser Consumidores Directos en Mercado. 

 

Esta jornada contará con la participación de la CNMC, MibGas y Enagás GTS y con alguna comercializadora que vaya a jugar el papel de representante de los Consumidores Directos. Pretendemos realizarla en la segunda quincena del próximo mes de enero. Todas las aportaciones o sugerencias para el desarrollo de esta jornada serán bienvenidas.

¿Puede darnos ideas algún referente en los hubs europeos para desarrollar la existencia de consumidores directos en mercado en España? El sistema gasista español tiene peculiaridades desde el punto de vista de organización y sujetos que lo conforman respecto a los de los países europeos del entorno. A pesar de ello hay varios modelos que podrían tomarse como referencia, entre ellos el mercado francés en su punto de intercambio (PEG Gas Nord) que puede servirnos de referencia en diferentes aspectos de los consumidores directos en mercado.

 

El esquema en funcionamiento con éxito desde hace años en la red de transporte francesa del Norte, gestionada por el operador GRTgaz (que hace conjuntamente las funciones que en España desarrollan el transportista Enagás y el Gestor Técnico del Sistema), ha conseguido que el 55% de la demanda de industriales conectados a la red de transporte actúen como consumidores directos en mercado en dos modalidades: gestionando  directamente sus compras, en el mercado organizado PEG Gas Nord, o mediante un representante (el gestor de balance). Los que son sus propios gestores tienen una demanda media de 1,4 TWh/año y los que utilizan un gestor de balance suelen tener consumos inferiores a 0,3 TWh/año. Todos los grandes comercializadores ofrecen los servicios de gestor de balance.

 

¿Qué medidas tomó el regulador francés para promover los consumidores directos en mercado? La primera, rebajar la garantía mínima de balance a 20.000 €, después no requerir la exigencia de reservas estratégicas y realizar reservas de capacidad para el industrial entre zonas no congestionadas y congestionadas.

Los resultados franceses son alentadores y demuestran que con una normativa adecuada la figura del consumidor directo en mercado es un éxito.

 

Analizada la situación del mercado organizado español, se plantea la pregunta fundamental: ¿Cómo se conseguirá ese gas a precios competitivos con Europa, imprescindible para la industria? Claramente, mediante MibGas, el operador de nuestro mercado organizado, una excelente herramienta que ya existe y que tan solo precisa que se le den los medios mediante las normas regulatorias apropiadas; en concreto, la creación de un mercado organizado de GNL y la eliminación de las barreras para que el consumidor industrial pueda acceder directamente al mercado organizado. Cumplidas estas premisas, MibGas adquirirá el máximo potencial, en particular en beneficio de los consumidores industriales y del mercado, en general.