El tremendo lastre para la industria de un gas no competitivo

Verónica Rivière, directora general GasINDUSTRIAL

 

La competitividad es la capacidad de mantener de una forma sistemática ventajas comparativas que permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en un entorno socioeconómico. Es una característica que deben tener las empresas para sobrevivir dentro de un mercado saturado. Que el coste del gas en España es superior a los de otros países europeos es una evidencia comprobada, contrastada y corroborada con numerosos estudios e informes de organismos competentes en la materia. 

La energía, y específicamente el gas, son determinantes para competitividad de la industria.

 

En el “Informe de supervisión del mercado mayorista y de aprovisionamiento de gas de 2015”, publicado por la CNMC, se muestra la evolución de los precios internacionales del gas y se compara la evolución de los diferentes mercados con los precios en frontera de GN-GNL en España, publicados por la Agencia Tributaria. Los precios de aprovisionamiento son superiores al resto de los precios europeos. Además, en este mismo informe, por ejemplo, de acuerdo con los datos de ICIS, el producto mensual con entrega en enero de 2016, cotizaba a 18,80€/MWh en el mercado español, mientras que el mercado italiano cotizaba a 16,53€/MWh, el TTF (mercado holandés) a 14,45€/MWh o el NBP (mercado inglés) a 15,28€/MWh. Es decir, el precio en España era un 23 % superior al precio del mercado inglés.

 

La semana pasada se publicó el estudio “Precios de la energía y competitividad industrial” realizado por la Cátedra de Energía de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, de la Universidad de Deusto. El informe examina la evolución de los precios en los últimos 15 años en varios sectores intensivos en energía, como por ejemplo la siderurgia, el papel, vidrio o la madera. El estudio revela que el precio de la energía para la industria española ha aumentado un 19% más que el precio de los productos que ofrecen. Habitualmente la industria española compite a nivel europeo con países como Francia, donde el aumento fue del 9% o Alemania, que tuvo un incremento solo del 3%. La energía tiene un peso creciente en el escandallo de costes y en los resultados empresariales y la industria española está perdiendo competitividad energética y, con ello, posición en los mercados, exportación, gastos de producción y empleo.

 

La política energética y la política industrial deben ir de la mano para solucionar esta realidad, junto con una reglamentación para desarrollar y vigilar los mercados. El objetivo es lograr una industria más competitiva y por el camino lograr un verdadera reindustrialización de España. Solo así podrá la industria seguir tirando del país, seguir contribuyendo, generando actividad, empleo y riqueza y crecer de manera significativa para aumentar su aportación al producto interior bruto. 

 

Verónica Rivière, director general GasINDUSTRIAL

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