Sistema gasista y demanda industrial
Las cifras de los últimos quince años -etapa de liberalización-, muestran que:

  • La demanda industrial de gas es dos tercios de la demanda total española.
  • En los diez últimos esta demanda industrial ha dado estabilidad al sistema.
  • La demanda de las centrales eléctricas sube de 10,3 TWh en 2000 a 187,5 TWh en 2008, y cae a 51,7 TWh en 2014. La falta de hueco térmico en el sistema eléctrico indica que no se recuperará fácilmente.
  • La demanda residencial de 2014 -49 TWh- es similar a la de 2003 pero con el doble de usuarios.
  • Desde el 2000 las inversiones en el sistema han sido de 15.000 millones de euros.
  • Las inversiones en redes y gasoductos industriales han supuesto menos del 15% de la inversión en infraestructuras.

En el futuro, como lo ha sido en el pasado, la demanda industrial será esencial para alcanzar una mayor eficiencia del sistema y unos peajes más ajustados.

Situación del gas para consumo industrial

El gas es clave en los costes de muchos sectores industriales. Su precio está formado por los peajes (costes regulados) y el término energía (liberalizado). La caída de la demanda en los últimos  años y el creciente peso de las inversiones en el sistema gasista han repercutido en los peajes.

Existe un mercado interior liberalizado, siendo mayoritaria la contratación bilateral entre comercializador y consumidor con contratos indexados a Brent/productos que carecen de precios publicados

Los mercados europeos de referencia permiten otro tipo de indexaciones y efectuar coberturas y en los últimos años han logrado mayores eficiencias en costes y precios.

El mercado organizado es una realidad en España. Para los consumidores industriales de gas resulta fundamental contribuir y atender su desarrollo y funcionamiento y lograr regulaciones eficaces, porque el país necesita precios competitivos que redunden en la competitividad de nuestras empresas industriales.

Los países del entorno cuentan con mercados organizados –hubs-, con buenas conexiones entre sí y con los países productores. Para que la competitividad llegue al consumidor es necesario un mercado organizado y un sistema bien conectado con los gasoductos europeos.

Tras seis años de preparación, España cuenta con la Ley 8/2015 de 21 de mayo que abre las puertas al Mercado Organizado de Gas, que progresivamente permitirá al consumidor industrial adquirir el gas en condiciones más competitivas.