El Periódico de la Energía publicaba “Adiós a la francesa”, una tribuna de Juan Vila, vocal de GasINDUSTRIAL y CEO de Iberboard Mill, con motivo de la negativa de los gobiernos español y francés  de construir el gaseoducto MidCat. El directivo indica que el país galo tiene un amplio historial negándonos las conexiones eléctricas y gasísiticas porque “les interesa que nuestra industria sea menos competitiva que la suya”.

 

Por este bloqueo y otros más en el pasado, como el impedimento a conectarnos gasísticamente con Noruega u Holanda, nuestro país se vio en la tesitura de crear la interconexión con Argelia.

Añade  Vila que sería interesante observar un mapa de precios de gas de Europa para comparar Francia con España y Portugal. “Al permanecer aislados por Francia, el diferencial de precio es de 2-3 €/MWh, lo que significa una pérdida para España cercana a 1.000 millones de euros cada año”.  Remata señalando que aunque “no pasara un metro cúbico de gas, este diferencial bajaría a prácticamente a cero, se esfumaría”.

 

El Mundo, en su edición de la Comunidad Valenciana, informa “El azulejo pide mismo trato que la industria ‘eléctrica’” , un reportaje sobre los elevados costes del consumo de gas –hasta ocho veces más– que sufre la industria cerámica española respecto a sus competidores europeos. La noticia menciona el informe sobre el consumo industrial de gas en España documento elaborado por GasINDUSTRIAL en el que se analiza el papel de la industria en el sistema gasista, la importancia clave del gas para la industria española y los cambios necesarios que necesita la industria para que el gas sea competitivo.

 

Otro artículo de El Mundo Castellón al Día, “El precio del gas se dispara hasta un 20% para el azulejo”, advierte de que la inestabilidad en Argelia, principal suministrador de gas para España, inquieta a la industria cerámica. Y es que según el informe realizado por la consultora Energía Local para GasINDUSTRIAL, ‘Consumo industrial de gas en España’, en 2017, Argelia ostentó una cuota del 48,3 % sobre el total de países suministradores y, en la actualidad, la inestabilidad política que azota el país siembra miedos en las empresas industriales por posibles variaciones en las tarifas y las formas de venta. La cerámica también permanece atenta a lo que sucede en este país. Verónica Rivière, directora general de la Asociación, declaraba que «más de la mitad del gas importado que llega a España proviene de Argelia, por lo que la inestabilidad política de ese país podrían afectar al suministro o a los precios».  La directiva incide en que «no debemos olvidar que nuestro país recibe aprovisionamientos de gas de muchos países, más de una docena de países mandaron gas el año pasado. Además somos líderes europeos en plantas de regasificación por lo que la diversidad de fuentes de origen puede mitigar el riesgo». «En estas circunstancias, la interconexión gasista con Francia sería también muy positiva para mitigar estas inestabilidades políticas», argumenta Rivière.

 

Según GasINDUSTRIAL –señala El Mundo Castellón- «la industria española paga el gas más caro de Europa». Para más inri, «para algunas empresas, según el momento en el que hayan renovado sus contratos de gas, el incremento ha podido ser superior al 20 por ciento», estimaron las mismas fuentes empresariales.

 

Por otra parte, la revista Ingeniería del Gas también se hacía eco de la presentación del informe de GasINDUSTRIAL. El documento señala que el 60% de los costes energéticos de las empresas corresponde al consumo de gas. Esta situación supone una “clara desventaja”  para la industria española.

 

Este escenario muy poco favorable afecta a industrias químicas, cerámicas, de alimentación, siderurgia o papel, que utilizan el gas como principal fuente de energía y cuya factura  se eleva a más de 4.700 millones de euros anuales.  Hay que tener en cuenta que el gas que consume nuestra industria (gas natural y gas natural licuado) proviene principalmente de Argelia, Nigeria, Qatar y Perú.