Antonio Pérez Palacio, SAICA
No soy el primero -ni seguro, el último- que en este mismo blog habla de la imperiosa necesitad que tiene España de fortalecer su industria como pilar fundamental de nuestro crecimiento económico. Tampoco es nuevo que desde esta misma tribuna se deje caer que los últimos gobiernos que hemos padecido no se han preocupado ni poco ni mucho por los problemas de los industriales. Pues insistiré, ya que parece que los políticos se estén quedando sordos. Necesitamos un gobierno que demuestre con hechos que cree en la industria como primer paso para que los industriales confíen e inviertan. Solo la industria puede darnos un mañana más próspero para nuestro país, por eso debemos impulsarla, porque más industria supone más empleo de calidad, más actividad y más exportaciones.
La cogeneración cumple ahora 30 años aportando competitividad a las industrias españolas, acción por el clima y eficiencia. Es una herramienta integrada en el corazón de nuestras fábricas para generar el calor y la electricidad que nuestros procesos productivos demandan. Invertir en cogeneración supone incrementar la fuerza de la industria y la garantía de futuro de la empresa. El sector cogenerador español necesita urgentemente una gran renovación en más de la mitad de sus instalaciones, un programa que conlleva fuertes inversiones que los industriales están dispuestos a realizar pero que precisan de unas reglas de juego claras y de un marco normativo propicio.
Hace apenas una semana se presentaba a los medios la Encuesta ACOGEN´16. Se trataba de oír la voz de los cogeneradores y hacerles protagonistas de su futuro. A la encuesta respondieron 150 responsables de cogeneraciones -3.200 MW de potencia, más de 70 por ciento de la capacidad en funcionamiento- de industrias alimentarias, químicas, papeleras, cerámicas, refinerías, tableros, automóvil y agrícolas…-, que nos contaron cuál es su situación tras la reforma energética, cómo consideran que debe ser el contexto normativo y qué objetivos contemplan a medio y largo plazo. De sus respuestas ha surgido la Hoja de Ruta 2017-2020 que marcará los siguientes quince años de actividad de la cogeneración en España.
Tras la reforma, la rentabilidad de las plantas es casi nula y los cogeneradores competimos en el mercado eléctrico en difíciles condiciones y con grandes retos tecnológicos y de gestión. Seis de cada diez plantas han modificado su funcionamiento, flexibilizándose para producir en función del precio del pool y funcionando menos horas. En el marco actual, los cogeneradores se han visto obligados a aplazar y reducir sus programas de mantenimiento, con el riesgo que supone para su funcionamiento futuro. También, la gestión se ha encarecido considerablemente y requiere de mayor apoyo externo. La encuesta ha confirmado que en 4 de cada 10 plantas industriales con cogeneración, ésta es la única tecnología disponible para poder fabricar.
Los cogeneradores encuestados evidencian que necesitan de invertir en sus instalaciones para seguir operándolas y para participar en los mercados energéticos. Más del 52 por ciento invertirían en cuatro años unos 1.500 millones de euros si se da un contexto normativo propicio, una inversión estratégica en gran parte del tejido industrial español.
Pero para invertir, los cogeneradores requerimos cambios normativos que permitan impulsar la eficiencia y competitividad energética de sus industrias, el autoconsumo, la seguridad de suministro y la generación distribuida. Pedimos que se fundamente la normativa en el ahorro de energía primaria asociado a las cogeneraciones de alta eficiencia; que se haga viable el suministro competitivo de calor a las industrias cogeneradoras, se elimine indefinidamente el peaje de autoconsumo, y que se recupere el reconocimiento de la garantía de potencia y disponibilidad que aporta la cogeneración de alta eficiencia. Y solicitamos que evolucionen los peajes eléctricos para la generación distribuida.
Además, queremos participar en los mercados eléctricos de ajuste y en los futuros de capacidad. Nosotros suponemos el 25 por ciento de todo el consumo de gas del país, por eso queremos impulsar MibGas como referencia para nuestras actividades. En la encuesta, el 53 por ciento de los cogeneradores considera que MibGas es “una buena alternativa de futuro y que podrían comprar en ese mercado”, pero el 43 por ciento afirma que “no ven una señal de precio interesante aún”.
La Hoja de Ruta 2017-2020 y los cambios normativos
En la agenda política del Pacto de Estado por la Energía, las propuestas de la industria cogeneradora apuntan cambios estructurales de los sistemas energéticos, con la modificación de la Ley del sector Eléctrico, para lograr el desarrollo de los mercados y la evolución de las tarifas de red.
Para lograr estos cambios, la Hoja de Ruta concreta modificaciones normativas precisas. Así plantea cambios a acometer ya en la revisión prevista en la Orden IET/1045/2014 de aplicación al semiperiodo 2017-2019, para hacer viable el suministro competitivo de calor a las industrias cogeneradoras, fundamentar la normativa en los ahorros de energía primaria y corregir los overhaul en los estándares de coste de mantenimiento de las cogeneraciones. Propone la eliminación indefinida del peaje de autoconsumo mediante una modificación del RD 900/2015. Y en cuanto a la participación en MibGas, se materializaría modificando la Orden IET/1345/2015 para que este sea el mercado de referencia para la revisión del combustible gas natural de las cogeneraciones.
Como principal arranque normativo los cogeneradores reclaman ya la puesta en marcha de un Plan Renove que conlleva el desarrollo D.A. Vigésima de la Ley 24/2013, mediante Real Decreto y Órdenes para renovación de 2.500 MWe de cogeneración entre los años 2017 y 2020.
Recuperar el reconocimiento de la garantía de potencia y disponibilidad que aporta la cogeneración y evolucionar los peajes para considerar en su estructura a la generación distribuida, son los puntos restantes de esta Hoja de Ruta, que se traducen en la modificación de la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico en el ámbito de un Pacto de Estado, que incluya el desarrollo de un mercado de capacidad donde la cogeneración participe junto con el resto de tecnologías térmicas. Y, asimismo, nuevas tarifas de red para la energía de proximidad que tengan en cuenta el origen donde se produce la electricidad y el destino donde se consume.
Estas modificaciones normativas harían posible la Hoja de Ruta de la Cogeneración 2017-2020 que beneficiará a 600 industrias que producen con cogeneración el 20 por ciento del PIB industrial español, 25.000 millones de facturación, más de 200.000 empleos industriales directos. Los cogeneradores invertirían 1.500 millones de euros en renovación tecnológica en un cambio hacia un modelo productivo más competitivo. Es una gran oportunidad para reindustrializar el país con eficiencia.
Ahora, compañeros consumidores industriales de gas, solo nos falta un gobierno que nos quiera escuchar y nos entienda. El futuro de la cogeneración pasa necesariamente por invertir para impulsar la reindustrialización, logrando mayor eficiencia y competitividad energética en los mercados. Por ello es imprescindible que el gobierno, el que sea, lleve a cabo el cambio normativo que pedimos y que fundamentará la confianza y permitirá que las industrias cogeneradoras alcancemos los objetivos, implementando así la Hoja de Ruta de la Cogeneración 2017-2020.
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