Alarmante desventaja competitiva

Pedro Riaza, Secretario General de ASCER

 

Debo empezar mi reflexión en este blog dando unas pinceladas sobre el sector al que represento, porque así será más fácil entender las reivindicaciones que desde nuestra Asociación defendemos. 

El sector de fabricación de baldosas cerámicas es el primer productor y exportador europeo, y segundo mundial; nuestra exportación representó en 2015 el 80% de las ventas totales. Somos grandes consumidores de energía, especialmente de gas natural; de acuerdo con los últimos datos publicados por el INE, sólo el sector de la química básica consume más gas que nosotros. Por tanto, nuestros costes energéticos tienen un peso muy importante en nuestro escandallo; en algunos casos, alcanzan el 30% de los costes de producción.

 

Para nosotros es fundamental tener unos costes energéticos que nos permitan ser competitivos y para poder seguir siendo un sector líder. Nuestro principal competidor en Europa es Italia; miramos por ello muy de cerca lo que acaece en el país transalpino, y, si echamos la vista atrás, llevamos desde 2008 una subida media del precio del gas natural de casi el 20%, mientras que Italia ha visto reducido su precio en este periodo casi un 7%. De acuerdo a los últimos datos, pagamos el gas un 12% más caro que en Italia... Estos datos nos preocupan enormemente.

 

En la estructura de costes del precio final total del gas natural en nuestro país, el coste de la materia prima representa sólo el 54%, y si nos fijamos en los costes de acceso (peajes), los españoles pagamos el doble que los franceses, seis veces más que los alemanes y ocho veces más que los italianos, nuestros principales competidores, como ya he dicho.

 

Ante esta alarmante desventaja competitiva que nuestra industria tiene frente a la de otros países vecinos, no podemos más que urgir al nuevo gobierno a que reconozca el enorme esfuerzo que los industriales hemos hecho durante los últimos años - años en los que la crisis ha golpeado duro a las empresas - y que inicie una senda de medidas de apoyo real a la industria y de fomento de su competitividad. Se debe reconocer el papel de la industria exportadora como palanca sobre la que apoyar la recuperación económica de España.

 

Una de las primeras medidas que creo que se deben adoptar es la eliminación del impuesto de hidrocarburos, que supone una carga insoportable para la actividad exportadora. Desde que tuve conocimiento del proyecto de Ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética, me dí cuenta del error que se estaba cometiendo, ya que el gas que la industria española consume para su producción no guarda relación con el déficit tarifario, y por ello no debía ser instrumentalizado para ése fin.

 

El impuesto de hidrocarburos, unido al impuesto a la generación eléctrica y junto a la reforma del régimen retributivo a las cogeneraciones, han atacado directamente a la línea de flotación del sector azulejero español, porque, aunque no lo haya dicho al inicio de mi escrito, sí, también somos un sector pionero en la aplicación de la cogeneración para aumentar la eficiencia y ahorro de los procesos industriales, y por eso llevamos desde 2013 sufriendo las medidas de no apoyo a lo cogeneración…pero ese es otro tema.

 

Volviendo a las medidas que el retrasado Gobierno debiera tomar sin dilación para rehacer nuestra maltrecha competitividad exterior, son muy necesarias las relativas a peajes o costes de acceso. Es necesario que se adecuen, tanto los de gas como los de electricidad, para que exclusivamente incluyan costes asociados a las redes. Los industriales no podemos seguir sufragando costes que nada o poco tienen que ver con el acceso a las redes.

 

Por no hablar de la sobrecapacidad en las infraestructuras de gas natural; las plantas de regasificación y, en general, el sistema gasista está infrautilizado. La situación urge para incrementar la demanda nacional con precios competitivos, y así lograr un aumento del consumo. Y por supuesto, mucho ojo en las futuras inversiones, porque no nos quedan ganas de volver a pagar otro Castor.

 

 

Como consumidores de gas, tenemos muchas esperanzas puestas en el MibGas, y confiamos en que nos pueda aportar precios competitivos y un conocimiento transparente del mercado, tan opaco hasta la fecha. Sobre este aspecto, confiamos que desde el gobierno pueda dársele el impulso que le falta para que se convierta en una referencia real de precios, y que así los industriales podamos acudir con seguridad al hub ibérico para comprar esa materia prima imprescindible para nuestra industria.

 

Pedro Riaza, Secretario General de ASCER

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