Sobreretribución y bajo riesgo

Verónica Rivière, directora general GasINDUSTRIAL

 

En el año 2016, la retribución total de las actividades reguladas del sector gasista alcanzó los 2.929 millones de euros, siendo la retribución de la distribución el 46% de los costes regulados, seguida por el transporte con el 28%, la regasificación con el 15% y el almacenamiento subterráneo con el 7%.

 

Los peajes y cánones que pagan los consumidores están destinados a cubrir las retribuciones reconocidas a las actividades reguladas, unos 3.000 millones de euros que pagamos a través de la factura del gas comercializador.

 

En el mes de agosto del pasado año 2017, la CNMC publicó el "Informe de análisis económico-financiero de las principales empresas de distribución del sector gasista (2013-2015). 

 

 

 

Las dos conclusiones principales de aquel informe fueron: primero, que los ratios de rentabilidad de las distribuidoras de gas continúan siendo holgados para una actividad que, de acuerdo con la Ley 18/2014, está considerada como de bajo riesgo; y, en segundo lugar, el informe estima que estas retribuciones son superiores a las de otras actividades reguladas comparables.

 

Un año después, a finales del pasado septiembre, la CNMC dio a conocer el “Informe económico-financiero de las principales empresas de transporte gasista 2013-2016” y, nuevamente, la conclusión del mismo pone el acento en que los ratios para el conjunto de la actividad son holgados para una actividad que está considerada como de bajo riesgo y, adicionalmente, que son superiores a los de otras actividades reguladas comparables.

 

Desde GasINDUSTRIAL venimos llamando la atención sobre este asunto y reclamando unos peajes más competitivos. Hay una sobrecapacidad en las infraestructuras de gas natural con instalaciones infrautilizadas que hacen que un industrial medio español pague por lo mismo el doble que un francés, el triple que los británicos o seis veces lo que abonan los alemanes en peajes.

 

Además de pagar una sobrecapacidad, la industria española está pagando desde hace demasiado tiempo una sobreretribución de las actividades reguladas más allá de una rentabilidad razonable para una actividad de bajo riesgo.

 

Es urgente e inaplazable, no se puede demorar más. Urge una revisión del marco retributivo de las actividades reguladas de transporte, regasificación, almacenamiento y distribución. Y por supuesto, esta revisión tiene que venir acompañada de una revisión de los peajes que paga el industrial y que estos sean más competitivos respecto a sus competidores europeos, algo que puede hacerse y debe hacerse, en línea con las medidas tomadas recientemente en Portugal donde, en julio pasado, los peajes se rebajaron un 45%.

 

La industria es el pilar y el sostén del sistema gasista gracias a su consumo continuado, estable y en crecimiento. Los industriales necesitan en su actividad un gas realmente competitivo para poder continuar realizando esa labor insustituible que desarrollan como motor económico, generador de actividad y empleo estable y de calidad y fuerza exportadora

 

Verónica Rivière, directora general