Destrucción de la demanda industrial de gas: mal augurio de cierre 2022

Verónica Rivière, presidenta GasINDUSTRIAL

 

El 14 de noviembre celebramos el Foro Industrial del Gas 2022, una cita anual en la que reunimos a consumidores industriales, sector gasista, instituciones y expertos, para reflexionar sobre la actualidad del gas para la industria y analizar cómo vemos el futuro a medio y corto plazo, ya que, en este contexto resulta extremadamente complicado mirar más lejos. La actualidad nos arrolla al tiempo que la seguridad de las previsiones se derrumba. Vivimos tiempos complejos e inciertos.

 

Nuestra asociación cumple en esta cita anual siete años de actividad en los que se ha consolidado como representante de la industria consumidora de gas, trabajando y avanzando en el objetivo de defender sus intereses y de lograr un gas competitivo con un precio similar al de nuestros competidores europeos más directos. 

 

En el Foro 2021 hablábamos de nuestros esfuerzos por trasladar a la administración la situación,  necesidades e intereses de los industriales; solicitábamos medidas urgentes, extraordinarias, sencillas y factibles para pasar el invierno, cuando el mercado de futuros reflejaba que los altos precios se calmarían en primavera. Pero no fue así. Hemos pasado los últimos doce meses en una situación de alerta permanente, pegados a las pantallas de cotización de los precios de mercado desde que amanecía hasta que anochecía, sufriendo las altas volatilidades que han afectado gravemente a la industria.

 

El impacto de los altos precios queda reflejado en la demanda industrial: la demanda de gas se ha reducido drásticamente, en octubre cayó casi un 35% respecto al año anterior. Y esta reducción no se debe a un cambio de combustible, sino que refleja directamente las dificultades de la industria gasintensiva. El peso de los costes energéticos sobre los de fabricación ha saltado exponencialmente, la subida de las materias primas y de los fletes, y los problemas de desabastecimiento, han tenido un alto impacto. Y la reducción de los pedidos hacia países con costes energéticos más competitivos han deslocalizado producción.

 

En GasINDUSTRIAL trabajamos por unos costes del gas competitivos, manteniendo vías de interlocución fluidas y permanentes con el Ministerio para la Transición Ecológica, el de Industria, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, el operador del Mercado Organizado (MIBGAS) y el Gestor Técnico del Sistema, además de con transportistas, distribuidores y comercializadores. Nos satisface comprobar que en todos encontramos permeabilidad a nuestras posiciones y empatía ante nuestros problemas y que con todos tratamos de colaborar en una interlocución transversal y proactiva que representa con lealtad los intereses de la industria española consumidora de gas, que representaba más del 60% del consumo y es clave para la sostenibilidad del sistema.

 

Desde GasINDUSTRIAL, hemos solicitado medidas locales en referencia al precio: la flexibilidad del caudal contratado, reducción de peajes, reducción de impuestos, despliegue de ayudas directas o que el déficit de la TUR no sea un lastre en los costes industriales, medidas que han tenido respuesta positiva. Y hemos solicitado vigilancia extrema en las decisiones europeas. 

 

España no depende del gas ruso que llegaba por Norstream, pero sí somos extremadamente dependientes del GNL. Tal vez no se intervenga el mercado, porque la realidad es que puede tener consecuencias desconocidas e incluso provocar que se desvíen barcos y no quieran descargar en Europa en un momento tan crucial. Cada Estado miembro de la UE tiene sus propios intereses y sus distintos aprovisionamientos. España somos el país que recibe más porcentaje de gas licuado de toda la Unión Europea y una intervención tendría mayor impacto en nuestro país con consecuencias muy difíciles de valorar. Pero aunque se decida finalmente que es mejor no tocar los mercados, el mero hecho de que se esté analizando esa posibilidad es ya positivo para el precio.

 

Este complejo panorama dibuja para la industria una realidad crítica. Seguimos solicitando medidas de apoyo industrial —que otros países europeos ya han desplegado— como la reducción temporal de impuestos y tasas (1,5% tasa municipal), el Estatuto del Consumidor gasintensivo —fundamental para las industrias—, la subsanación de la incorrecta clasificación  por Cnaes o la ampliación de ayudas directas ya publicadas en el Marco Temporal de apoyo a las industrias, tal y como ya se ha hecho en Francia, Alemania o Italia. 

 

En lo que respecta a Europa continuamos preocupados por el impacto de decisiones europeas que nos afecten.

 

La industria necesita impulso y medidas que la permitan seguir produciendo y exportando porque es la base de nuestra economía y hay que revertir la situación para que no siga cayendo el consumo de gas industrial. Es fundamental frenar la deslocalización de la producción hacia otros países. Nuestro Gobierno debe priorizar las necesidades de la industria y asumir que vamos en el furgón de cola de Europa en cuanto a protección de la industria consumidora de energía. 

Esperamos que el Gobierno de España tenga en cuenta lo mucho que la industria da y lo mucho que hace por y para nuestro país.