La interpretación de los datos

Verónica Rivière, presidenta de GasINDUSTRIAL

 

Entramos ya en octubre y el panorama sigue siendo gris y sin visos de mejora. 

 

Estrenamos mes añadiendo un nuevo problema sociopolítico, una guerra que nos ha cogido por sorpresa y que aún nadie sabe si arrastrará, tras Hamas e Israel a Líbano e Irán, algo que supondría sin duda un impacto potencialmente más duradero sobre la economía mundial. Si descendemos a nuestros asuntos más cercanos, la ya conocida mala situación de la industria continua y se enquista, siendo cada vez más generalizada en todos los sectores y en todos los países europeos, incluido el nuestro. Y la pertinaz crisis energética sigue su curso con mercados volátiles e inciertos que no terminan de darnos tregua.

 

Así, si el año pasado estábamos pegados a las pantallas de cotización, viendo la brutal escalada de precios, este —sin dejar de prestarles atención— vivimos pendientes del consumo mensual de gas de la industria. Echémonos a temblar porque si la industria no consume, significa que se ha desplomado la demanda y las fábricas no producen. Y en eso parece que estamos.

 

Mirando las cifras, y si comparamos con un año estándar como 2019, podemos ver el impacto de los confinamientos del COVID y las paradas de 2020, todo ello consecuencias de la pandemia. Entonces, tras una caída que llegó a ser de menos 22%, la industria logró empezar a recuperarse. Sin duda, también resultó evidente el impacto de los altos precios, un alza que venimos sufriendo desde septiembre de 2021. Aquel derrumbe vertiginoso nos llevó a ver caídas de hasta el menos 40% justo tras el sabotaje del gasoducto Nord Stream.

 

¿Recuperación? Ni está, ni se la espera

¿Qué pasa ahora? Pues que la tónica no es la misma. Ahora no terminamos de ver ningún tipo de recuperación en el consumo de gas por la industria. Analizando los datos, e incluso intentando ver el vaso medio lleno, diría que difícilmente podríamos estar peor que lo estuvimos en el año 2022. La realidad es que desde febrero pasado (casi 8 meses) estamos estancados y vamos rebotando entre el menos 17% y el menos 22%, Como ven, la recuperación no está muy cerca, no asoma las orejas aún.

 

No cambiará nuestra perspectiva y no llegará la recuperación industrial hasta que encadenemos varios meses seguidos de esa menor caída y nos acerquemos a valores prepandemia. Hasta que no veamos que se mantiene esa ligera mejoría, no se atisbará la tan anhelada recuperación. Tardamos casi un año en recuperarnos del golpe de la pandemia en 2020. Es una gran incógnita saber cuándo volverá la industria a sus niveles normales, en el sentido de consumo habitual medio, tras el impacto del tremendo chantaje energético de Rusia. 

 

Claro está, que otra duda lógica de todo el mundo industrial es si esta demanda normal de gas volverá, o bien si definitivamente hemos perdido competitividad en el mercado internacional y nos quedamos atrás, en la cola de la industria mundial.

 

Nuestros dirigentes harían bien en reflexionar pausada y profundamente sobre estos datos de consumo industrial de gas. No es baladí. Hay una clara y urgente necesidad de reindustrializar España —y Europa—, no tenemos otra. La industria es motor económico y fuente de empleo estable y de calidad, es generación y distribución de riqueza en los territorios, es innovación y muchas cosas más. A ver si se van a dar cuenta cuando ya no haya solución o llegue demasiado tarde. Confiemos en que no sea así.

 

Verónica Rivière

Presidenta de GasINDUSTRIAL