Verónica Rivière, presidenta de GasINDUSTRIAL
El año 2023 estuvo caracterizado por la caída del consumo de gas en todos los sectores industriales, aunque con datos menos dramáticos que los del ejercicio precedente.
La situación estuvo marcada por precios más bajos, pero no más competitivos. El consumo de gas fue un -22.4% menor de lo que podría ser un año estándar, dato que refleja las enormes dificultades que han venido atravesando las empresas gasintensivas españolas. En la sección “A Fondo” de este boletín encontrarás los datos de diciembre, los anuales y el desglose por sectores.
Desde GasINDUSTRIAL reconocemos que han ido aprobándose medidas positivas como la flexibilidad en la contratación de la Qd o la reducción de los peajes y también una parte de las ayudas del Marco de Ucrania, aunque estos apoyos han sido muy inferiores a los recibidos por nuestros competidores directos de otros países europeos, ello sin contar que además han llegado tarde y no han paliado el impacto de los altos precios. Al contrario que en España, en todos los países europeos se ha aplicado una fuerte y efectiva política industrial de ayudas lo que ha generado que los gasintensivos españoles se encuentren en situación de desventaja competitiva.
Para analizar certeramente el presente, retrocedamos unos años y veremos que de 2015 hasta 2021 se produjo un incremento del consumo de gas debido a la incorporación al sistema gasista de industrias siderúrgicas, químicas, cerámicas, papeleras, etc. y un crecimiento alineado con la evolución de la economía española. Sin embargo, tras el desplome de 2022 y 2023, las previsiones para 2024 generan preocupación. El panorama no mejora y las industrias continúan sin recuperar sus niveles habituales de demanda de gas.
Este ejercicio se presenta incierto, por lo que deberían implementarse nuevas medidas de mayor potencia porque la industria española no puede quedarse a la cola de Europa y perder más competitividad. La contracción en el último bienio 2022-2023 debería ser el suelo del que tomar impulso para lograr una recuperación sólida. Hay que priorizar las necesidades de la industria y darle su lugar en la agenda política española para que el país cuente con la base económica de una industria fuerte y competitiva que pueda seguir produciendo y exportando como motor de generación de riqueza y empleo estable.
Es muy complicado que recuperemos los valores de hace años ya que seguimos supeditados al PNIEC. Pero es clave que, ante cualquier cambio de vector energético, las industrias mantengan la competitividad necesaria para poder realizar sus actividades siendo medioambientalmente sostenibles a igual coste que su competencia. La falta de competitividad de los precios del gas podría acelerar la deslocalización de nuestra producción hacia países más competitivos, disminuir las exportaciones y aumentar las importaciones, desplazando la producción nacional.
Hay que proteger a la industria ante cualquier posible merma de su competitividad. Cada vez resulta más acuciante que se reconozca el Estatuto de Consumidor Gasintensivo.
Verónica Rivière, presidenta de GasINDUSTRIAL