La ruta hacia la descarbonización, camino de Santiago para cientos de industrias

Verónica Rivière, presidenta de GasINDUSTRIAL

 

Durante muchos años, en España el consumo industrial de gas se ha mantenido estable, representando alrededor del 60% del total nacional y manteniéndose ligado a los ciclos económicos de desarrollo y a la llegada de nuevas industrias. 

 

En los dos últimos años esta estabilidad se ha truncado —más fuertemente en 2022— debido a los altos precios y a las continuas volatibilidades. Es evidente que la imposibilidad de trasladar los sobrecostes al producto final ha terminado por provocar numerosas paradas y caídas de consumo de hasta el -40%. 

  

En el pasado año 2023, y pese a precios más bajos pero no más competitivos, la caída en el consumo se mantuvo pertinaz en todos los sectores industriales, llegando a situarse en un 22% por debajo de lo que venía siendo un año estándar, lo que refleja las enormes dificultades que atraviesan las empresas gasintensivas españolas. 

 

Desventajas comparativas

La distinta velocidad e intensidad de las ayudas en los países europeos ha distorsionado peligrosamente el mercado en contra de España. En todos los países europeos, salvo en el nuestro, se han aplicado contundentes políticas industriales de ayudas rápidas y cuantiosas, dejando a nuestros gasintensivos en clara desventaja competitiva. Aquí las ayudas han llegado tarde y por importes notoriamente más bajos que son claramente insuficientes.

 

El trilema energético de seguridad de suministro, competitividad y sostenibilidad se ha puesto a prueba. Estos dos últimos años han sido realmente un test de estrés —al modo bancario— para saber cómo reacciona la industria si falla la seguridad de suministro o la competitividad, dos de las patas del trilema. La conclusión, tras esta prueba piloto y el análisis detallado del consumo de los gasintensivos, revela que la industria se muestra extremadamente sensible y reacciona hacia la deslocalización a países más competitivos.

 

Descarbonizar sin restar competitividad

Sin duda, la clave para evitar semejante debacle radica en que la descarbonización se haga sin mermas en la competitividad industrial. En los próximos años, el PNIEC marcará la hoja de ruta para cumplir con los objetivos de descarbonización y no puede olvidar la máxima de “descarbonizar manteniendo la competitividad”, porque la ruta a la descarbonización es para la industria lo que el camino para el peregrino: debe adaptar las condiciones para garantizar que llegue vivo, no vale morir en el intento. Por eso, hay que dar posibles caminos en función del peregrino y sus condiciones y tiempo suficiente para recorrerlo, porque el objetivo es llegar al Santo y llegar bien, en forma.

 

Así, no todas las industrias irán por el mismo camino, ya sea electrificación, biogás, biomasa, biometano, hidrógeno o nuevas vías aún inéditas. Y cada industria tendrá su ritmo, sus tiempos y su nivel de dificultad en función de su situación y de la complejidad de los tramos, ya que no todos están definidos tecnológicamente.

 

Hay caminos a Santiago para cada peregrino

Está claro que la política de descarbonización debe de ir acompasada con la industrial para evitar que se acelere la deslocalización hacia países más competitivos. La falta de competitividad de los precios de la energía acelera la deslocalización de nuestra producción hacia países más competitivos, disminuye exportaciones y aumenta importaciones y desplaza la producción nacional.

 

Ante cualquier cambio de vector energético, las industrias deben mantener la competitividad necesaria para realizar sus actividades siendo medioambientalmente sostenibles a igual coste que su competencia. 

 

España debe asegurar que sus políticas medioambientales respeten y acompañen sin merma alguna la competitividad de sus industrias porque solo así todas las empresas alcanzarán vivas el objetivo de la descarbonización. De otra forma solo tendremos un concurrido cementerio de industrias muertas por el camino, fallecidas por la causa. El deber de Europa y del Gobierno español es ayudar a que todas las industrias lleguen al objetivo por los varios y diferentes caminos. Que todas lleguen sanas y saludables a besar al Santo.