Verónica Rivière, directora general GasINDUSTRIAL
Hace un mes que Teresa Ribera tomó posesión del cargo como ministra para la Transición Ecológica y apenas veinte días después ya anunciaba en el Congreso que en agosto tendría disponible el nuevo borrador de la Ley de Cambio Climático. Toda una declaración de celeridad para dar paso a una economía baja en carbono que parece que no sufrirá más demoras.
No está de más recordar a la Ministra Ribera que si va a acelerar el proceso tenga bien en cuenta que en España cientos de industrias necesitan en su actividad un gas realmente competitivo para poder continuar realizando esa labor insustituible como motor económico generador de empleo de calidad.
El mensaje de impulso a la empresa española está presente en incontables foros donde se habla de industria, de competitividad, de puestos de trabajo, de contribución al PIB… Pasemos de una vez por todas de las musas al teatro. Señora Ministra, el coste del gas es fundamental para las industrias españolas y las industrias españolas son fundamentales para la economía del país. Hagamos una acertada transición en la que se cuente con la industria y se de respuesta a sus necesidades.
El problema del gas –esa pesadilla de los costes energéticos para la industria, en nuestro caso del gas como industrias intensivas en su consumo-, puede determinar nuestros márgenes y la cuenta de resultados, que podamos entrar en mercados exteriores compitiendo en igualdad con nuestros homólogos alemanes o franceses o que nos quedemos fuera. El elevado coste del gas nos penaliza cuando exportamos a Europa –y no olvidemos que muchos de los asociados a GasINDUSTRIAL exportan el 75% de su producción- y también cuando vendemos al mercado nacional compitiendo con empresas de otros países con costes de gas más bajos. El gas puede determinar el futuro de la actividad de cientos de empresas y de miles de trabajadores, porque hoy por hoy hay una gran parte del tejido industrial que no puede prescindir del gas en la fabricación de sus productos porque hay procesos térmicos en los que todavía no existe una alternativa para sustituir el gas.
Así que no es cuestión pequeña. En España, los costes fijos y el precio de la molécula son superiores a los de cualquier país europeo. La industria española está esperando hechos y no palabras.
Por citar un ejemplo, Portugal ha puesto en marcha recientemente medidas para rebajar los costes del gas a sus industriales. La ERSE (equivalente a la CNMC portuguesa) emitió un comunicado en el que las tarifas de peajes de Portugal cambian a partir del 1 de Julio de este año. Las tarifas para alta presión se reducen un -45,1% y para media, un -16,3%. En el comunicado portugués subrayan que la evolución de las tarifas 2018-2019 se inscribe en una tendencia a la baja consolidada en los últimos años, fruto de las opciones regulatorias que la ERSE ha tomado, en particular las revisiones a la baja de las tasas de remuneración aplicadas a las infraestructuras o la mayor exigencia impuesta a los costos de explotación de las actividades reguladas a través de las metas de eficiencia, pero también resultado de factores coyunturales como el aumento de la demanda.
Un industrial paga en España hasta cuatro veces más por los costes fijos del gas que en otros países como Alemania o Francia. La industria española está esperando medidas como las tomadas en Portugal. Esta es una de las medidas a seguir. La industria lo necesita porque la competitividad nacional sigue estando en juego.
Verónica Rivière, directora general GasINDUSTRIAL