Industria, calor y gas: en clave de competitividad

Verónica Rivière, directora general de GasINDUSTRIAL 

 

El FMI anunciaba ayer que revisa a la baja el crecimiento mundial y de España. Parece que se acumulan las noticias que indican que las cosas de la economía, local y global, no irán a mejor sino todo lo contrario. Con este panorama, nuestro país se ralentiza por lo que necesita fortalecer ese elemento clave que siempre le saca a flote: la industria. Todavía no se ha inventado nada que iguales su gran capacidad de innovación y adaptación, con su empleo de calidad y estable, su generación de riqueza, su aportación al PIB y a la balanza de pagos… Es, sin duda el mejor motor económico para el país.

Para que el este mecanismo funcione es necesaria una industria competitiva. Pero para que la industria española intensiva en el uso de calor sea competitiva en mercados exteriores, precisa que sus costes de gas estén en línea con los de sus homólogos europeos. Hoy por hoy, y desde hace años, un industrial español paga por los peajes del  gas el doble y hasta el triple que sus competidores europeos.  Un gas no competitivo es realmente un freno al desarrollo industrial del país.

 

El precio del gas resulta determinante para la competitividad de las industrias españolas por lo que urge, entre otras cuestiones, reducir la presión de los peajes para la industria, contar con una fiscalidad acorde con la de los países de nuestro entorno e impulsar MibGas con mayor volumen y presencia directa del consumidor industrial.

 

El consumo industrial de gas en España supone más del 60% de la demanda total nacional y alcanza una factura global cercana a los 4.700 euros. Las industrias son las que en gran manera mantienen la sostenibilidad del sistema gasista.

 

La industria española paga más por el gas que cualquiera de sus competidores europeos, pero es que además para la mayoría de nuestras industrias el gas supone más del 60% del total de su coste energético, más que la electricidad, CO2 o fuel, de forma que cualquier alza conlleva un fuerte impacto en la competitividad.

 

El tema, además, cuando se trata de una empresa multinacional, repercute en la posibilidad de recibir inversiones porque nadie invierte en plantas que por sus elevados costes del gas están en clara desventaja incluso dentro de su misma organización, se invierte en otras del mismo grupo en países que produzcan con un precio de la molécula y unos peajes inferiores. 

 

Por ello, desde GasINDUSTRIAL luchamos por conseguir la reducción de los costes regulados, un menor coste del precio de mercado, la reducción de cargas fiscales al gas para consumo industrial y la atención clave a la industria en la descarbonización de la energía.

 

Pues bien, en los próximos meses, la CNMC establecerá un nuevo sistema regulatorio los costes del sistema gasista, mediante circulares que incluirán las retribuciones del sector –transporte, regasificación, distribución, gestor técnico del sistema y MibGas–, y su pago mediante los cánones y peajes. Esta nueva normativa supone una gran oportunidad para lograr en España un gas competitivo armonizado en costes similar al que disfrutan nuestros competidores de Alemania, Francia y otros Estados europeos. La nueva normativa debe pensar y tener en cuenta a la industria y a lo mucho que el país la necesita en estos momentos y rebajar los peajes y los cánones que pagamos los industriales. De esa forma la industria manufacturera  calor-intensiva crecerá, podrá impulsar su actividad, generando empleo y más exportaciones. 

 

Tenemos unos cuantos meses por delante para que la CNMC desarrolle esta nueva normativa. La CNMC regulará y establecerá entre otros, las retribuciones para la regasificación, el transporte y la distribución. Estas retribuciones se trasladarán a los peajes para recaudar los costes del sistema. En estos meses se publicarán 15 circulares, 7 de las cuales son específicas para el gas.  

 

Desde GasIndustrial reiteramos que el nuevo contexto normativo de ingresos y costes del Sistema Gasista supone una oportunidad única para conseguir un sistema justo para los consumidores industriales, con una reducción sustancial de los peajes y una más justa distribución de los mismos, teniendo en cuenta que cada consumidor soporte el coste de las infraestructuras que utilice. Vamos a trabajar muy activamente para participar en las propuestas, para que nuestros planteamientos sean recogidos por la normativa. Es vital para el país y para su industria conseguir que se reduzcan de forma sustantiva los peajes en el menor plazo posible. Nos jugamos el futuro.